martes, 24 de marzo de 2015

MARTA Y SU PECULIAR AFICIÓN

         
                                  MARTA Y SU PECULIAR AFICIÓN

      
Érase una vez una niña llamada Marta que no era una niña normal ya que tenía una pasión un tanto peculiar: era una coleccionista de perfumes. Se echaba colonia a todas horas: todas las mañana se echaba colonias de rosa, después de comer con olor a fruta, después de cenar de cereza.Tenía de todos los olores, de rosa, de jazmín, de lavanda, de fresa, de limón, de naranja, de cereza…  todo lo que pudiera imaginar lo podía tener en sus colonias.

Al entrar a su habitación había muchísimos estantes llenos de pequeños tarritos completos de unas esencias. Sólo ella podía lograr esos perfumes con una pequeña máquina que se situaba a la izquierda de su escritorio aunque tenía un problema… el proceso para hacer  una colonia tardaba un día entero, sin embargo Marta tenía mucha paciencia. Uno de los perfumes que más le gustaba era el de cereza y su receta era la siguiente:                         

                                 
                                    PERFUME DE CEREZA

  1. Coger unas cerezas y meterlas en la máquina.
  2. Echar en un vaso agua fría y verterlo por el mismo sitio.
  3. Pulsar al botón rojo de encendido y… esperar a que parpadee una luz, eso significa que ya esta listo o sea  que ya habrá finalizado el proceso.


Todos los miércoles Marta hacia esta fragancia, todos excepto uno. Sucedió hace unos dos años.

Un miércoles, hace un par de años, Marta se fue a su casa después de un dia muy estresante en el colegio, y ¡como no! fue a preparar su colonia favorita, la de cereza. Cuando fue a echar todos los ingredientes se dio cuenta de que la máquina estaba apagada  ; le dio al botón de encendido, y no iba, entonces miró si el enchufe estaba estropeado. Estaba intacto,  pero la máquina seguía sin funcionar, es decir, estaba rota. Fue corriendo a la cocina para contárselo a su madre, y… antes de soltar una palabra, la madre le dijo.

-Marta, los electrodomésticos de la casa no funcionan:  ni la lavadora, ni el lavavajillas, ni la televisión… , ¿tienes que ver con algo de esto, hija?-.  Marta la respondió y dijo:

-No mamá, mi maquina tampoco funciona-.
Lo que hicieron fue ir a preguntar al vecino para ver si sólo se les había ido la luz a ellas,
pero el vecino dijo que él no tenía ningún problema, entonces Marta y su madre se extrañaron mucho.

Tardaron cuatro horas en volver la luz, y aunque Marta no pudo hacer su perfume preferido, no perdió el tiempo y creó una nueva fragancia de frutos del bosque que fue un gran éxito y a partir de ese día la madre  decidió abrir una tienda de perfumes. Su ayudante y creadora de las fragancias iba a ser su hija Marta.

No hay comentarios:

Publicar un comentario